Como parte de la coordinación de las asambleas con vistas a la organización del paro feminista del 8 de marzo, desde el colectivo Ni Una Menos queremos hacernos responsables por no haber evitado a tiempo que se le diera la palabra, en la asamblea del viernes 15F, a un grupo que públicamente da a conocer sus posiciones biologicistas, racistas y discriminatorias.
La primera asamblea de este año se pronunció por un nuevo Paro Internacional y Plurinacional de mujeres, lesbianas, travestis y trans, y condenó explícitamente las posturas segregacionistas. Nuestra asamblea feminista es antifascista, antibiologicista, antirepresiva, antiracista y anticolonial. No podemos darle la palabra a quien cree que el movimiento feminista pertenece solo a una corporalidad porque esa es una posición fascista, aun cuando esté encarnada en mujeres. Lamentamos el nivel de violencia que se produjo en el cierre de la jornada y que, entendemos, sólo beneficia al poder patriarcal que nos quiere dividides y disciplinades.
Desde el colectivo Ni Una Menos hemos apostado a las asambleas como espacios de transversalidad política. Esa transversalidad ha sido la fuerza de reuniones multitudinarias, capaces de cobijar voces, experiencias y conflictos de lo más diversos. Hemos participado de la convocatoria en 2016, 2017, 2018 y, ahora, en 2019. Desde estos espacios asamblearios se han impulsado las huelgas en varias partes del mundo. El paro ha sido reinventado por el movimiento feminista que de manera transversal ha sabido producir -durante los últimos años- decisión política, elaborando pronunciamientos públicos que hicieron visibles reivindicaciones, demandas, deseos y exigencias comunes.
Habiendo asumido la tarea de garantizar el espacio concreto para la discusión y las condiciones mínimas de diálogo para que estas asambleas pudieran llevarse a cabo por tercer año consecutivo, nuestro colectivo alerta contra las maniobras que, al servicio de lógicas partidarias, ponen en riesgo el carácter transversal y diverso del movimiento feminista y de su herramienta asamblearia. Preservar la fuerza asamblearia y callejera es imprescindible, incluso para les muches compañeres que participan de espacios partidarios.
Advertimos que una lógica electoral patriarcal se está desplegando en la asamblea. Una lógica que olvida que hemos sido capaces de dejar de lado esos mandatos para construir un espacio genuino, pluralista, no esencialista, no biologicista -y mucho menos moralista-, del que salíamos todes fortalecides. Porque la agenda del feminismo no se agota en un programa electoral. Y porque esa lógica heteropatriarcal nos oprime a mujeres, lesbianas, travestis y trans, entendidas todas ellas como categorías políticas y no como disposiciones biológicas esenciales o como decisiones liberales de consumo individual.
Como colectivo Ni Una Menos tenemos un compromiso público de no intervenir en procesos electorales -tal como se lee en nuestra carta orgánica-, porque entendemos que nuestro lugar es el de la interpelación a los poderes constituidos y que nuestra fuerza está en la calle y en la imaginación política para cambiarlo todo. Este colectivo NO tiene candidatas ni candidates. El poder simbólico de la consigna no puede estar asociado a uno u otro partido político, su potencia es de todes.
¡Tenemos que cuidar de nuestra fuerza como asamblea múltiple y diversa! Creemos que el grupo de coordinación es responsable de transmitir esos cuidados y fortalecer esa transversalidad que tanto nos costó construir.
Las asambleas del movimiento feminista son amistad política, alianzas insólitas e inteligencia colectiva. Son ámbito de elaboración y preparación del paro y de la ocupación de las calles. Fuerza política surgida del deseo, la desobediencia y la rebeldía, capaz de pelear contra el hambre y la opresión desde la afirmación feminista. Porque #NosMueveElDeseo exigimos #AbortoLegalSeguroYGratuito en cualquier lugar y reclamamos la implementación de la ley de Educación Sexual Integral. Porque #NosMueveElDeseo queremos discutir las economías informales, el trabajo doméstico, la desigualdad salarial, los despidos. Y queremos #SalarioFeminista
El 8M #NosotrasParamos #NosotresParamos