Ni Una Menos

Cuando nos reunimos en Chaco, en el 32°Encuentro Nacional de Mujeres, Milagro Sala era trasladada nuevamente al penal de Alto Comedero donde está detenida desde el 16 de enero de 2016. Nos encontramos en asamblea y decidimos realizar una jornada militante de mujeres en Jujuy.

El 9 de diciembre de 2017  mujeres de diferentes organizaciones políticas, sociales, sindicales, estudiantiles, nos unimos  en el reclamo de libertad a lxs presxs políticxs y para decir que vivas y libres nos queremos. Movilizadas y agitadas gritamos en las calles de Jujuy: Libertad a lxs presxs politicxs!

La prisión de Milagro y de otras y otros militantes de la Tupac Amaru fue la prueba de un modo represivo de tratar la conflictividad social. Dijo, el gobernador electo, que no quería un doble poder en la provincia. Para eso, había que disolver el poder popular de la mayor organización social del país con persecuciones, cárcel, difamación. Lo que se probó en el laboratorio Jujuy se extiende como reguero de pólvora y se convierte en balas de plomo para reprimir una comunidad mapuche en Río Negro. Están en juego las tierras y el derecho a las tierras, los cuerpos y sus libertades, la vida popular y sus condiciones de existencia. La conquista del desierto está en marcha. Para eso, deben producir desierto. Borrar las formas de vida que no implican una relación mercantil, perseguirlas, considerarlas criminales o corruptas o peligrosas. Frente a eso, nos movilizamos por nuestros cuerpos y nuestros territorios cuando vamos a Jujuy o Río Negro o a Chubut, cuando exigimos la libertad de lxs presxs políticxs y la apertura de una mesa de diálogo con las comunidades mapuche.

Ni una menos se mueve y se desplaza, se encuentra en los lugares de conflicto, se trama como grito colectivo con otras organizaciones, entre todas fundan un lugar común, donde reconocerse y prodigarse. Donde gritar juntas: Jallalla mujeres!