Compañeras, compañeres, hermanas, feministas del mundo,
Las colectivas aquí reunidas nos sumamos a los múltiples llamados que surgen desde mujeres, lesbianas, trans, travestis, campesinas, indígenas, estudiantes, trabajadoras, afrodescendientes para que este 8 y 9 de marzo nos movilicemos, subvirtamos, y construyamos estrategias comunes para seguir alimentando la rebelión feminista que se ha abierto y que se alza en todo el mundo contra la dominación, explotación, ocupación y el despojo. Para demandar y construir una vida que se pueda vivir.
Hoy nos encontramos ante un vértice histórico a escala global, y más aún en América Latina . Un momento de crisis en el cual se abren trayectorias cada vez más polarizadas. Una, marcada por la amenaza de la extrema derecha y de las derechas neofascistas, que vienen a administrar y profundizar el neoliberalismo que muestra su cara más mortífera; una derecha neofascista que pone por delante una política racial y sexual lesboodiante, transodiante y misógina, amparada en una lucha del penúltimo contra el último que fortalece el racismo sembrado desde los primeros tiempos coloniales y del patriarcado. Y ante este vértice, otra trayectoria posible, marcada por lo que la potencia feminista, plurinacional, transnacional y antirracista ha podido construir en el seno de nuestros pueblos. Aunque lo hacemos en condiciones políticas y sociales muy diferentes, nosotres estamos unides en la lucha contra esta violencia y por nuestra determinación a acabar con ella, actualizando una política para las, los y les explotades que reconstruya en una nueva clave una lucha conjunta y transversal. La posibilidad novedosa de construir un programa y una fuerza propias. El descubrimiento de nuevas herramientas de lucha cargadas de sentido y aprendizajes históricos frutos de memorias rescatadas de las políticas del olvido.La experiencia que nos ha unido y nos une es ya una experiencia global: la fuerza desestabilizadora de nuestra movilización contra la violencia patriarcal ha cruzado todas las fronteras y nos ha unido en una gran marea.
Es en este vértice que nos situamos y nos llamamos a levantar un proceso de movilización que irrumpa en todos los aspectos de la vida. A rebelarnos desde nuestros cuerpos/territorios frente al aumento de las violencias que se ejercen sobre ellos. A rebelarnos contra esa violencia sexual que es violencia política. Contra los femicidios e infanticidios y las formas de impunidad estatal que los tolera. Contra la militarización y violación sistemática a los derechos humanos y a las libertades de las mujeres, como las mujeres en Medio Oriente y en Kurdistán van haciendo desde un momento de resistencia histórica en Rojava. A rebelarnos contra los ataques y el derecho a decidir sobre nuestras vidas, nuestros cuerpos y para el derecho al aborto. A rebelarnos para responder a la crisis de los cuidados a nivel global, al aumento del endeudamiento y encarcelamiento, que son formas directas de despojo, precarización y negación de la vida. En este momento, nuestro acuerpamiento en esta dirección va a las mujeres de pollera y a las víctimas del golpe de estado racista y patriarcal en Bolivia. A rebelarnos contra la violencia racista e institucional para ser libres de movernos y de permanecer donde queramos contra los grilletes en los tobillos de mujeres y niños que demandan asilo, contra las hieleras y las cárceles de niñxs migrantes separados de sus familias. A rebelarnos para afirmar nuestra potencia de decir no, de decir basta: para apuntar al frente, como lo hemos hecho, acompasadas por un mismo baile que es denuncia y que entrelaza nuestras biografías múltiples y sus marcas, para situar a quienes han sido los y las responsables políticos de la gestión de la miseria.
Nos llamamos a la recuperación de nuestros territorios del extractivismo fundante de los procesos colonizadores, que se extiende y manifiesta a nivel mundial, y que se ha visto fortalecido por las alianzas criminales e indivisibles entre patriarcado y capital, que construyen una trinchera de guerra que tiene como principal blanco las libertades, los derechos de las mujeres y disidencias, y las experiencias de vida comunitaria que se levantan en nuestros territorios.
Nos llamamos a derrocar juntxs las múltiples estructuras interrelacionadas que componen el patriarcado colonial, con la responsabilidad vital de desmontar el racismo, siendo este uno de los cimientos más importantes del capitalismo moderno, que sigue excluyendo a lxs cuerpxs racializadxs y lxs migrantxs de cualquier acceso mínimo a la dignificación de nuestras existencias, incluso después de más de 500 años de iniciada la invasión y explotación a la que ha sido sometida Abya Yala, así como África y Asia. Las mujeres y cuerpas negras diversas nacimos en resistencia y nunca hemos sido meras espectadoras de los cambios radicales que necesitamos para vivir la vida que queremos y esta vez no será la excepción, es necesario ennegrecer el feminismo, reconocer y visibilizar las negritudes. Colorear el feminismo, reconocer y visibilizar las existencias otras y las opresiones múltiples que las intersecciones de los colores provocan: negras – indígenas- mujeres – disidencias, para una reparación histórica sostenible.
Reconocemos que la violencia patriarcal tiene diferentes formas e intensidad, pero también reconocemos que nuestra capacidad para desafiarla y rechazarla es tanto mayor cuanto más global es nuestro levantamiento. Sabemos que las rebeliones de las que somos parte comprometen las esperanzas de los pueblos del mundo, porque desde el sur volvemos a demostrar que las revueltas sí existen, sí hacen tambalear las estructuras que nos oprimen, sí desploman los relatos dominantes y sí abren nuevos relatos, colocan al frente a quienes siempre han estado atrás situando a las mujeres, a las disidencias y a los pueblos ante la posibilidad de ser protagonistas de su historia y eso, en un momento de avance de la derecha de carácter fascista, fundamentalista y racista nos obliga a tomar la primera línea, como lo han hecho las mujeres kurdas en Rojava.
Hoy más que nunca recuperamos la primera línea, una primera línea que se teje a sí misma desde la multiplicidad de aspectos que atañen nuestras vidas. El gran movimiento del que formamos parte tiene diferentes discursos y prácticas diversas y responde a las necesidades de cada uno de nuestros territorios, pero confiamos en la potencialidad que tiene la caracterización de una huelga general y global feminista, que se considere como un proceso colectivo de articulación, de politización, de gran convergencia, de expansión, de intervención de la normalidad opresora. Una huelga que considera la interrupción de todos los tipos de trabajos y que va más allá de su sentido “productivo”, para poner el centro en los trabajos que sostienen la vida. Sabemos que los feminismos hoy se levantan como una alternativa en las urbes productivas y así también en la ruralidad y sus saberes, y por ende este 8M nos convocamos en estos diversos espacios.
Nos llamamos a ocupar todos los lugares, sobre todo aquellos que nos han sido históricamente negados. A tomarlos y transformarlos confluyendo en levantar la posibilidad de una vida que supere la debacle capitalista y patriarcal a la cual nos quieren mantener sujetas(es). Hemos levantado un proceso emancipatorio que tiene carácter transfronterizo, del cual este 8M-9M será un hito de suma importancia. Y sabemos, también, que no será el único: nos seguiremos tejiendo y convocando para construir la vida que queremos y soñamos vivir.
Nos llamamos a seguir en pie de rebeldía, a continuar y profundizar el estallido de los pueblos y la lucha feminista y transfeminista.
¡Arriba las y les que luchan!
Alliance Of Internationalist Feminists – Berlín
Asociación Latinoamericana de Medicina Social – Ecuador
Colectivo Berta Cáceres – Cuba
Colectiva Tejiéndonos Mujeres – Venezuela
Coordinadora Feminista 8M, Chile
Disidentes Violeta – Ecuador
Encuentro de Organizaciones, Córdoba – Argentina
Feministas Abya Yala
Feminismo Comunitario Antipatriarcal Qullasuyu – Bolivia
Feministischer Streik Leipzig – Alemania
Frauen*kampftagbündnis – Alemania
Frauen*streik Berlin – Alemania
International Women Strike- EE.UU.
Movimiento de Mujeres de Kurdistán
Mujeres por el cambio – Ecuador
LevFem – Bulgaria
Negrocentricxs – Chile
NiUnaMenos Argentina
Non Una Di Meno – Italia
Nómadas Comunicación Feminista, Puel Mapu – Argentina
Pañuelos en Rebeldía
Portal Catarinas
Red Lesbofeminista RM, Chile
Ruda Colectiva Feminista – Ecuador
Secretaría de Mujeres Migrantes – Chile
Serendipia Sobre ruedas- cicloviajeras
Territorios de Libertad – Ecuador
Toutes en Grève 31 – Toulouse – France
Juntas y revueltas, Las Cabras.Chile
Feministas con Voz de Maiz- México
Espacio Juliana – Paraguay
Rebeldes del Sur – Paraguay
Organización de indígenas urbanos – Paraguay
Asociación de mujeres artesanas nivacchei – Paraguay